El rincón de los cobardes.

Me siento aquí,
en el rincón de la vergüenza,
el rincón de los caídos,
y de los cobardes…

Me siento aquí,
porqué jugué a ser valiente,
y con el filo de mi espada,
terminé derramando mi sangre.

Me siento aquí,
buscando perder la memoria,
sin existir en memoria ajena,
buscando el rostro perdido del miedo.

Me siento aquí,
y mi cabeza ya sabe,
que no existe forma de huir,
si de una misma se huye.

Me siento aquí,
porque escapando de ti,
terminé encontrándome conmigo.
Y no me gustó lo que vi.

 

Hola
Lindo escrito un refugio donde esconderse de uno mismo

Saludos...

 

Me gusta el sentido introspectivo de tu poema, me gusta como lo has llevado, felicidades.

 

Muchas gracias a los dos por pararse a leerme y comentarme :3
Besos de Violeta

 

Ah, el temor... El temor... El temor hacia uno mismo...