El espejo y los complejos

Que picarón y depravado
es ese artefacto casi sagrado,
que en nuestras casas colgamos,
para que se burle de nosotros
cuando ante él nos miramos.

Como espejo es nombrado
y en el baño esta su trono,
por eso cada mañana ante él
sin pudor nos presentamos,
y le rendimos pleitesía,
al admirar nuestra belleza
gracias a su cortesía

En él nos hemos mirado desde
nuestra más tierna infancia,
gracias a las monerías
que su superficie reflejaba,
y con las que nuestros padres
orgullosos nos miraban.

El fue nuestro amigo más fiel
y el confidente perfecto,
ese que a nuestro lado tuvimos
en los peores momentos,
contándonos la verdad sobre
nuestras virtudes y defectos,
para intentar borrar o disimular
las muchas imperfecciones
que sobre nuestro cuerpo,
estaba dejando como visibles huellas
el inexorable tiempo.

Pero el espejo nunca ha sido milagrero,
su misión es reflejar
una imagen que es real,
de eso que frente a él como
estatua posando esta,
y todo lo demás nunca cuenta,
su reflejo es solo ese sueño
de lo que cada uno sin ser, aparenta.

Joanmoypra/2011

 

Buen poema amigo, al espejo no podemos engañar... Un placer conocer tus versos.

 

Esa Elba es la realidad
de las cosas de la vida
donde nuestras vanidades
igual que empiezan terminan
mirándonos en un cristal
que creemos que nos mira,
para seguir engañados con
nuestras propias mentiras.

Un cordial saludo de:
joanmoypra