El demonio de los celos

El demonio, por Gustavo Doré


El demonio de los celos

Si acaso un acto tuyo me provoca
y respondo con voces de tormenta,
si oyes maledicencias de mi boca,
si el demonio la lengua me calienta,

si ves que discutiendo desvarío
y hablo cosas que pueden ser hirientes
cuando me torno estúpido y bravío
dejándome llevar por los repentes,

no me tengas en cuenta esa locura,
no sabes luego cuánto me arrepiento;
cuando vuelvo de nuevo a la cordura
me devora un feroz remordimiento.

Eres centro de todos mis desvelos
¿no ves cómo soy pasto de los celos?


---------------​

 

Es algo que todos hemos pasado y parece que es connatural a la pareja. Lo cierto es que, como tu buen has espuesto en este completo soneto, no siempre se acierta con las palabras correctas y aveces, cuando las cosas se tuercen mucho, con las aciones.
Un placer de lectura. Un fraternal abrazo.
Castro.

 

Los celos son malos consejeros y nos pueden meter en grandes problemas. Bello poema para hablar de esos celos que lo controlan todo. Grato leerte. Saludos.

 

Letras magníficas en una demostración de arte espléndido.

 

Yo, como podrás suponerte no soy nadie para hacer una observación técnica. Pero para hablar de la musicalidad de tu soneto creo que si. A mi parecer de todo lo que llevo leído tuyo este me ha parecido el que más sentimiento desborda (no se si será por eso de ser el último).
Por supuesto que me lo guardo y como estaré un tiempo otra vez fuera me lo leeré junto con lo otros que tengo guardados y veré si hay alguno que supere a éste en emociones.
Un abrazo, Juan

 

Perfecto tu soneto inglés, me ha gstado mucho, también el demoio de su cntenido, mis aplausos y felicitación

abrazos

 

Gracias Marlene; tu comentario ha sido muy halagador.

Un abrazo.

 

Los celos excesivos, amigo, pueden llegar a ser un sentimiento que se puede calificar de patológico, algo que puede convertir la vida de la pareja en un infierno.

Gracias por tu comentario.

Un abrazo.

 

Como verás, Marcos, coincidimos casi con las mismas palabras tu comentario con el que acabo de dejarle a Castro, ¡qué más te puedo decir!, tan solo agradecerte de veras tu visita y tus palabras.

Un abrazo.

 

No podias expresar de mejor manera en escueta prosa, Lourdes, lo que yo quise decir en esos catorce renglones del soneto.

Gracia se veras, amiga.

Un abrazo.

 

Espero que no tardes en regresar, Epimeteo; sabes de antemano que puedes disponer de mis sonetos para guardarlos y leerlos cuando quieras., amigo. Yo tengo unos cuantos tuyos guardado también.

Un abrazo y hasta pronto.

 

Antes de irme por unos días me gustaría saber si ese grabado que ilustra tu sentido soneto es de Gustavo Doré, pues siempre copio los poemas con la ilustraciones que sueles acompañar.
Un saludo, gran poeta y un abrazo

 

Mis aplausos Juan Ramón.
Disfrute con tu soneto.
Es un gusto leer tu poesía
Abrazos

 

Los celos no tienen nada que ver con el amor, representan el afán de poseer a una persona como si fuese un objeto comprado. El remordimiento sí que representa el amor, pero hay que hacer propósito de enmienda Ja ja ja...

Salud y ventura.

 

Efectivamente es de Doré la ilustración, Epimeteo; me distraje y no puse el autor que, como sabes, siempre me gusta citar.

Gracias por apuntarme ese detalle que ya he solucionado.

Un abrazo.

 

Para mi el gusto es saber que pasas a leerme y disfrutas con ello, amigo.

Un abrazo.

 

En eso estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque bien es cierto que el amor es el detonante de eso que yo considero más una enfermedad mental que un sentimiento sano que se derive "naturalmente" del amor. Lo que quiere el celoso, como tu dices, es poseer a la persona amada, dicho sea lo de poseer en el peor de los sentidos, o sea que el amado/a sea propiedad del celoso.

Gracias por tu comentario, amigo.

Un abrazo

 

Hola Jamacgar: Hermoso y humano soneto me ha conmovido. Un Placer. Amadeo.