El corcel marino

El dominio del rey sabe que siente más por ser siempre protegidos a no ser que, cada día seamos diestros del que nos ve constantemente. Ha dicho mi voz que la región no es la protección de aquel individuo, que mientras sigamos nuestros deberes seremos alicientes a un compositor o una boda; tal vez, aunque todo sea seguro preferimos ser explícitos y tocar un poco nuestros corazones con puños de tierra y sorpresas bien definidas, así la selección de nuevos amores estará siempre ausente a la vez que en la voluntad, suprimiendo exageradamente a este desierto que neutralizala sangre pues, la preparación siempre ha sido justa y queremos cambiar; con ella, constantemente sin superar los miedos, evitando ese gran amor que sumerge este espíritu de nuevo.

Es el año de un mundo tan premonitorio.-sigo pensando, ¿Qué ha de ser la hora correcta?, ¿Qué despertara entre tanto tiempo?, que hemos embestido al corazón eterno, sin esos mensajes equivalentes y son ya las ocho de la noche. Sigo durmiendo cada vez más abajo con cobijas y rebaño, sin pertenecer a este lugar bastan las horas para darte cuenta que el amor ha existido, que la muerte ha despertado, sus primeros pasos nos dicen que hacer; vasta un milagro.

-Prefiero cantar como el rey que he sido, ¿Qué se puede decir de aquella música?, parece salir de las puertas del reino. Me uno a los que han sugerido, a los que han contrariado el despertar con la música, pendientes de un nuevo siglo, una nueva era detrás de los viejos sonidos, ¿Pero qué tienen esas mujeres de hermosas?, sus pocas miserias han dominado los siglos, sugiero cambiar de libro y seguir leyendo; pensando en ella.

He pensado en volver a este lugar, imposible es viajar en este momento sin volver a este lugar, casi son las nueve de la noche y los caballos se enojan emiten la desesperación de cada uno de ellos y sin volver de los astros el rey sigue pensando, sigue pensando si habrá un atardecer, un efectivo aclaramiento de por cuales deudas seguimos laborando, tan desprestigiados como las nubes; si quisiera despertar ahora sugeriría un recuerdo, el que usted pida, el que el amor demuestre a este el ultimo pasajero; muriendo, sin acatar las órdenes de su último rey.

-Ahora soy rey, embisto la armadura pues he recogido a usted, mi último pasajero, quien se recueste en este hermoso paisaje abandonado podrá lamentar las antiguas injusticias; tú sigues aquí estrella, sigues tus primeras órdenes, han dificultado la entrada a los reinos vecinos y cualquiera puede restringir tan hermosa palabra; tu estas hecho de piel, de huesos, de alma. Puedo saborear ahora la oportunidad de la espera, preferiría estorbar a tan hermoso corcel que llevo ahora pues ha sido asesinado y mis altas temperaturas lo prohíben, estará muerto y tú podrás ayudarlo.

 

la narrativa no permite el abandono del tema, es interesante, se ve que tienes pasión por la escritura elaborada es un buen gusto que no todos logran, felicitaciones

saludos cordiales