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Desvaríos

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Lord Vélfragor, 8 de Marzo de 2007. Respuestas: 0 | Visitas: 557

  1. Lord Vélfragor

    Lord Vélfragor Poeta adicto al portal

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    4 de Noviembre de 2006
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    Género:
    Hombre
    Arlequines y payasos,
    Mimos y ventrílocuos
    Arpías devoradores de corazones,
    Y sucubus sedientos de sangre y éxtasis
    Venidos aquí en nombre de la mentira,
    Que yace placenteramente desnuda,
    En un muladar de ideas…

    Y con maquillaje suficiente para tapar la verdad,
    Me muevo entre los hilos de la desesperanza,
    Y que al fin nunca acabo,

    El majestuoso vuelo de mi mente atormentada,
    Con locura digna de un reclusorio,
    Pero con verdad digna de una secta…

    Ni alcatraces pido, ni rosas merezco
    Solapando la terquedad nacida entre fuegos infernales,
    Y fría como las estepas del norte siberiano,
    Con las extensas ramas de la inteligencia,
    Que no se de donde procede...

    Serafines y Arcángeles,
    Cupidos y protestades,
    Vulgares pueden ser mis palabras,
    Más eso no me importa,
    No importa mucho pues solo soy inmortal,
    ¿Acaso no es ese el regalo especial?

    Máscaras de fiesta adornarán mi mausoleo,
    Y entre ellas pediré muchos espejos,
    Que sirvan para compensar la tristeza dejada en lo hondo de mi alma,
    ¿Lameré acaso el nuevo amanecer?

    Como obra Kabuki
    Y sin embargo con gran dramatismo termina el acto final,
    Coronándose de incierto como lo fue en vida,
    Muerte desoladora, y soledad bendita…

    Coronas existen muchas,
    Pero sin duda la de espinas es la que mejor me va,
    Con cinismo desdichado,
    Y desplantes dignos de un infante,
    Que no quede pues duda de quien soy,
    Dejando esculturas y firmas,
    Que no denota quien esta detrás de esta fachada,


    Bailando a la luz de la luna,
    Con violín en mano y pasos alegres y recortados,
    Con marfil en mis botones, y oro en mis mancuernas,
    Con cabello libre y oscuro como la noche,
    Con ojos de estrellas y eternidad compleja,

    Levita adornada con líneas de fuego,
    Por cada jardín profanado,
    Y mi reino jamás restaurado,
    Convocando a espíritus tan viejos como el tiempo,
    Tan sordos y mudos como los humanos,
    Y tan insolentes como los demonios…

    Con excelentes joyas comparables a los silmarills,
    Y sin embargo no tan brillantes como mi mirada,
    ¿Acaso me estoy adulando demasiado?
    No lo creo señores míos… no lo creo…

    Un sermón de montaña no deseo,
    Y menos un dios inmaculado salido de una virgen,
    Que no es más que una patética mentira,
    Gastada a través de milenios,
    Como burla orgullosa y profana,

    Mentiroso os decís,
    Mas cerca nunca estuve de una realidad,
    Guardada a través de mitos,
    Y aún dudas de mí…
    Esta bien os concedo esta pieza…
    Más no por ello todo el vals,

    Que queden ruinas,
    Que se desplomen palacios,
    Si en conciencia aquí estaré por siempre,
    Aunque mi travesía se acerca a su final,
    Entre estrellas y soles,
    Entre lunas rojas y sangre nueva…

    Os he convocado a la piedra del destino,
    Que aunque irónico suene su nombre,
    De la caja de Pandora he nacido,
    Iluminando con el caos la existencia,
    Con risas burlonas y trágicos episodios,

    Con el mar a mi espalda suspiro,
    Dejando mi bastón remojarse entre las olas,
    Y naciendo un furtivo deseo,
    Llegar hasta Antioquia y robarme la luz de su secreto,
    Nadar en el mar muerto,
    Y beber vino tinto en la muralla china…

    No existirá lugar para aburrirme,
    Mas que en la sombra de una iglesia,
    Mirando y llorando por tu existencia absurda,
    Entre signos y leyendas robadas
    Con falsos testimonios de verdad oculta...
    Que raya en la estupidez

    Bautizarme ¿has dicho?
    Permite que patee tu rostro cómico,
    Ni Juan Bautista fue tan insolente,
    ¿Y tu; osas decirme lo contrario?
    Que se queme tu inocencia ante mis arrebatos,
    Y pierdas la fe antes de llegar a nada,
    Con la partida de tus deseos,
    Y el nacimiento de la lascividad que te corroe…

    Acompañadme si lo deseas,

    En este tétrico lugar,
    Atascado de cadáveres putrefactos,
    Y así hacer más alarde de mis historias,
    Que nacen desde el momento que la copa toma mis labios,
    Hagamos de la procesión una divertida comedia,
    Si aún del hades me han despedido,
    Y el cancerbero fue solo una mascota fiel,

    Las parcas nunca recibirán su pago,
    No de mi parte,
    Porque no robaré tu vida,
    Que al final de nada sirve,
    Y si como diversión a mis propósitos…

    ¡Venga hombre!
    Sonatas compondré otra vez,
    Pero en triste acorde de La menor,
    Que llenará tus ojos de lágrimas,
    Sangrantes y desquiciantes,

    Y así terminarán estas palabras,
    Nacidas quizá de la locura,
    Quizá de la aburrición
    Pero nunca de la ignorancia…

    Quede en resguardo de tu alma mi sentir,
    Nacido de mil años de nostalgia,
    Y ninguno de paz…

    Cortejo fúnebre por el norte,
    Lloronas por el sur,
    Estúpidas mentiras del oeste,
    Y falsedades en el este…

    De pompa celestial comprendo…
    De trampas infernales me lleno…
    Y de mortalidad me divierto…

    ¿Comprendes?

    El que quiera entender que entienda...


    Lord Vélfragor
     
    #1

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