Descosiendo arañas.

Los rubios rayos sobre mi llavero despeinado.

No hay nada más triste
que la palabra tristeza,
acompañada de la palabra soledad.
¿Por qué debo cargar procesadores
y aves espontaneas sobre mi cabeza?,
hermosos desordenes,
hermosos por favores,
no seré más que otro día,
más que otro patio inundado
de atardeceres quietos
y hermosas casas de papel aluminio.
¿Por qué debo sostenerme cuando voy bajando,
cuando las otras formas me del irán?,
deberías saber que nunca destruí mis hombros,
los domingos tocaba el tambor
en el tejado de alguna casa de ancianos
y los meses aburridos,
los pase descosiendo arañas.
Nunca desconecte mis vasos sanguíneos,
ya están pagadas las hipotecas de mis piernas
y ahora reverbero lunares invisibles
y atrayentes informes del clima, y sí,
ya lo intenté de otra forma,
calculé los porcentajes de mis sustraendos,
atornillé pececitos de colores bajo la cama,
hasta invadí veranos en la YMCA.
¿Quiénes son estos psicópatas
que pintan de celeste sus casas?,
¿quiénes son estos imbéciles
que pagan movilidad escolar?,
¿quiénes son estos confusos
que compran polares en verano?.
Una vez reconstruí violetas incógnitas,
desvestí soldados, cociné ventanas
y baldosas resquebrajadas, quise seducirme
poblando de dinosaurios
y anfetaminas todas mis uñas ,
pero solo recaudé una casa sin cortinas,
un televisor con libertad de expresión artística
y la más infamiliar costumbre
de llamar a mi madre y acercarme tanto,
para luego alejarme tanto
y tanto…
Y tanto.
Ya lo intenté de otra forma,
deberías saber que nunca destruí mis hombros,
los domingos tocaba el tambor
en el tejado de alguna casa de ancianos
y los meses aburridos,
los pase descosiendo arañas.​

 

cómo se adentra... y aunque nos quemen no se muere...

 

excelentes letras, mucha acción para una sola mujer. saludos

 

Gracias x su amable apreciación.

 

Jaja, gracias x su apreciación humorizada.