Depuración

Ninguna nube, no, ni el ostentoso
e incorregible vaho del jadeo,
deben guardar vestigios del deseo
ni ojeras desveladas, lujurioso.

Tienes que disolver, vertiginoso,
el humus del constante cachondeo
y hacer como si fuera camafeo
que cuelgue de tu cuello bochornoso.

Y en un altar, sin víctima ni ofrendas,
con previas y cuidadas oblaciones
tratando de evitar las distracciones,

ya no pretenderás vanas prebendas
hasta que purifiques tus desvíos
que siempre fueron tuyos y no míos…

Heriberto Bravo Bravo SS.CC

 

Permíteme que te felicite, amigo Heriberto, por este profundo soneto que lleva implícito un mensaje no apto para todos los lectores (a mi entender). A modo de observación, suele ocurrir casi siempre que la cantidad de comentarios en inversamente proporcional a la calidad de la obra en cuestión, al menos en la mayoría de los casos.
Me gustó mucho tu soneto. Abrazos

 

Un espléndido soneto, compañero. En cierto modo Jorge puede llevar razón, pero si entran en tus letras los buenos poetas que aquí hay que sean bienvenidos y disfruten leyendote como lo he hecho yoi
Un cordial saludo