Dame amor

Calle de los esplendores,adornada por el temperamento,de la chica que camina en
la acera del frente.Quisiera guiñarle el ojo,pero tengo que apoyarme en un barandal
para no perder el equilibrio. Estoy cojeando.
Bajaba del bus,una tarde cualquiera.Alguien bajaba detrás mío,pero no le preste atención.
Era un día,como otros días,sin nada nuevo que esperar,de la vida.
-¡Freddy!- escuche que alguien me llamaba por detrás.
Era Carlos,el evangelista.
-¿Que te pasó?- me dijo,agarrándome del brazo.
Tiempo que no te veía....me conversaba,mirándome de arriba a abajo,
sorprendido del estado deplorable de mi cuerpo.Mientras yo volteaba para buscar a la chica,del frente,
pero parecía que había tomado una ruta extraña,pues no la veía por ningún lado.

Mientras seguíamos trepando la vereda y nos perdíamos
entre las sombras del camino yo seguía repitiendo:
"Te amare por siempre!" "Para siempre te amare!" donde quiera que te hayas ido.
Pensaba dentro de mi.

Aló pastor Pedro,venga de inmediato,aquí estoy con un amigo que se le ha muerto
medio cuerpo,necesitamos rezar por el.
Era Carlos que estaba llamando al pastor de su Iglesia,sin pedir siquiera,
mi opinión al respecto.
Bueno,pensé,será divertido conversar con el pastor Pedro.
No pensé que iba a venir tan rápido.En diez minutos se apareció
manejando su bicicleta.Nos sentamos en la banca de un parque
y le pregunté a quema ropa: pastor Pedro,cree usted en los súcubos?

Carlos,se alejó un poco sorprendido de mi pregunta
y un poco asustado,pero no tan lejos,para no escuchar la conversación.
No sé si hice bien en preguntar eso.
La cosa,que al día siguiente aparecieron en midepartamento
seis pastores de la más alta jerarquía del templo.
Bueno,los hice pasar,pensando : " a lo echo,pecho"
Se arrodillaron a mi al rededor y comenzaron a recitar salmos,
a orar y a confrontar
a todos los espíritus malignos imaginables y por haber.
Yo fui a parar al borde de mi cama,sentado consternado mirando
a cada uno de los pastores,con asombro y estupor.
La verdad que sentí la presencia de todos los dioses a mi alrededor.
Uno de los pastores oraba,clamaba e invocaba a todos los santos,
como disparando una ametralladora,sin parar
durante más de tres horas aprox.y seguía.Realmente este es un ungido,pensaba.
A mi costado el pastor Pedro,estaba de rodillas y casi con la cara en el piso.
Solo escuchaba sus sollozos y murmuraciones : " Tú eres bueno Señor "
"Tú eres bueno oo..." "Tú eres bueno oooo"
Y de rato en rato lanzaba una exclamación y con la voz quebrada:
"Hay poder en la sangre de Jesus" " Hay poder en la sangre de Jesuuus"
Luego hundía su cara en el piso sollozando y murmurando :
" Tú eres bueno Señor " "Tú eres bueno ooo..." "Tú eres bueno oooo..."
Luego,dirijo la mirada a la hermana Paola.Ella estaba tirada en el suelo en silencio.
Y de repente se para,levanta los brazos y comienza a llorar desconsoladamente y
gritando a viva voz: ¡ Libertalo,Señor! ¡ Rompe las cadenas! ¡ Rompe las cadenas!
para luego,otra vez,llorar desconsoladamente.
Luego observó a la hermana María,esposa del pastor Pedro.
Esta mujer,de verdad que tiene unción,pensaba,mientras la observaba y escuchaba,
como atacaba y amonestaba a la serpiente maligna.
Como decretaba y ataba al reptil.Sin una pizca de clemencia.
Luego,miraba a todos a la vez y escuchaba toda una sinfonía
de versículos bíblicos,salmos,invocaciónes,gritos y llantos,
envueltos ya en una histeria colectiva,imparable.
Yo cerré los ojos y empecé a rezar para mantener la serenidad.

Esa noche dormí como un angelito,pensando en lo atractiva que era la hermana María
de larga cabellera negra y esbelta figura y en Paola,esposa de mi afortunado amigo
Carlos,de mediana estatura y largos cabellos ensortijados,pulcramente vestida.
A la semana siguiente me trajeron dos ternos,una Biblia y una invitación
a una jornada de ayuno y de seis horas de oración intercalados
con cánticos para descansar las piernas ya que había que estar arrodillado
todo ese tiempo,orando motivado por los llantos y oraciones de los ungidos,
ya lo creo que lo son...
esto se repetiría todos los sábados de diez de la mañana,hasta las seis de la tarde;
como parte de mi entrenamiento de futuro predicador.
A estas alturas,solo me queda preguntar: ¿ puedo opinar? Je.

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*dedicado,a mi tolerante y buen amigo: el pastor Pedro.

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