Corazón prisionero

Quién lo creyera...
¡Aún ni yo mismo!
mi vida truncada
y marchitos mis sentimientos,
ardiendo en mi alma
la llama del sufrimiento,
gravito en indolentes rejas
como en un abismo.

Días, meses, años...
¡Muchos años!
sintiendo la misma soledad
de los perros callejeros,
remando como
un místico gondolero,
sobre mares de sueños
que van a los escaños.

¿Y la luna?
el canto de la de la luna
de acordes tiernos,
quiero escucharlo
en mi pávida agonía,
en un solo de charango
con fondo de sinfonía
y perderme...Perderme al fin
en un sueño eterno.

Pero ya ni la muerte
con su ojo voraz me mira,
no hay en mí la estival juventud
para saciar su dicha,
prefiere seguir su camino
e ignorar mi desdicha,
¡Oh muerte!
en los deseos de mi tragedia
estás en la mira.

Esta noche es distinta...
¡Noche de fiesta!
he invitado al silencio,
a la soledad, a la memoria,
he adornado mi celda
con guirnaldas
de sueños he historias
y he reservado un lugar
para las almas de los poetas.

Quédate un rato
acompañando mis ideas,
me refiero a ti
furtivo silencio y compañero,
declámame el poema
de "La nada y los luceros"
y abrígame con un fuerte abrazo
¡Así yo no te vea!

Arrulla mi sueño
si me duermo primero,
déjame dormir
como un niño encantado,
que esta noche quede
como un tesoro guardado,
en los agónicos latidos
¡De mi corazón prisionero!

Tato Ospina
DRA
Colombia

 

Hermoso, precioso, un trabajo excepcional.