Bonito

Cansado de que evites lo que digo
me pierdo más allá de tus albores
con súplicas de todos los colores
clamando por aquello que persigo.

Postrado frente a ti como un mendigo
mis ruegos son de vanos estertores
queriendo proclamarte que valores
que puedo ser tu amante siendo amigo.

No atraigo tu atención de ningún modo
diciendo lo “bonito” que te es todo
al hombre que pretende que lo elijas.

Mantienes la actitud siempre distante
y anhelo esperanzado un solo instante
que logre discernir que en mí te fijas.

​

 

Eso me ha pasado a mí, también, alguna vez.
Con el tiempo, descubrí que no estábamos hechos, el uno para el otro.
Agua que no debas beber, déjala correr.
A ella le gustan más altos.