Así sonaron, prestos a batalla

Así sonaron, prestos a batalla,
terribles los cañones pasionales,
que llenos de fecundas espirales,
barrieron la virtud de tu muralla.


Así quedaron, lesos por metralla
de tal cañón que rinde bacanales,
los hitos conseguidos en carnales
contiendas del montículo canalla.


Dilata sus calores, la granalla
que dejan tan furiosos festivales
en medio del empírico valhalla,


sin muertos, mas repleto de vestales.
¡Ya sueltan mis cañones lo que estalla!
¡Ya suenan tus tambores y timbales!

 

reversible acontecimiento, quisiéramos que esto no pasara, las guerras, acaso no hay cosas más sanas por luchar?, saludos

 

Tienes razón, Marian. Pero mi trabajo no habla de esas guerras. Habla o lo ha intentado hablar, de esas otras "guerras" que son las pasionales. Son símiles escogidos para describir la lucha de dos cuerpos hasta llegar a la cima, donde las bombas son la lujuria y las explosiones, orgásmicas recompensas. Un abrazo, hermosa.

 

Gracias por tu visita, Norberto. Un placer. Saludos cordiales.