Armonía universal

La inteligencia que unía tus células,
hacía posible aquella armonía cotidiana.
El deshecho de esas partículas,
hizo que llegara el final de la incertidumbre.

Todo se desvaneció ante el artilugio,
que intentaba engañarme con deseos eternos.

¿Sabes?
Sentí tu ser desolado,
sin rumbo.
Sentí tu lucha rota de conexiones,
tan inocentes,
que no pudieron soportar la evidencia.

Todo desapareció en un instante,
pero tuvo que ser al revés,
para poder disfrutar juntos
de compañías felices,
sinceras y desvergonzadas.

Pero no voy a recrear los instantes,
ya no me valen ciertas argucias.

Ese vacío oscuro e inerte,
proyecta luces en mi interior.
No sé si tú las viste,
alguien me contó que sí.
Transmisiones en frecuencias,
que no fui capaz de sintonizar.

Hoy me inundo en el vaivén de latidos internos.
Haciendo las paces y disfrutando del sol.