Amores medios

Amores medios

Se vistió de gala
la niña mala,
y llegó al banquete
con su moflete;
que era zagala
en aquella sala,
y un mozalbete
con su bonete,
le dio la escala,
canción que cala
por sonsonete.

Niña vestida
de mala gala,
tan atrevida
no tiene brete,
ni la medida
entre su ala,
ni una salida
que sea corchete.

La niña ya no era niña
porque se mete,
la dulce fruta de piña,
y el niño cuando la astilla
ensucia todo el tapete.

Será fuerza que sufra,
y otras cosillas;
aunque la mala costumbre
tenía un celoso regalarse.

La doncella, más alentada
por la pasión, obligó en paciencia
a quien pasión quería usurpar.

Se retiró la teatral sonrisa
como una bella impostora
esperando el favor desleal;
prudente se quedó Isabel,
consintiendo al verbo silenciar.

Acudió el galán de hora
marcando el terreno de escasez
y fue tras la criada misteriosa,
dejando a su mujer virtuosa
como blanco mito sin papel.

Sola se queda la abuela,
solo el abuelo también;
concertamos una cita,
y se armó el gran follón.

Que la abuela no quiere,
que el abuelo se excita;
que el abuelo no puede,
que la abuela tirita.

Ya los ángeles vienen
con ayuda del cielo,
y les traen remedios
pa curarse los vuelos.

Con la abuela dispuesta
y el abuelo fetén,
no hizo falta ir muy lejos
pa pasárselo bien.

Se encendieron las llamas,
se pusieron a cien;
merendaron manzanas,
y bebieron anís;
en aquella mesa de cama,
ni hizo falta las damas
pa jugar al parchís.

 

Y mato una y cuento veinte. Total, con mis años...

 

Tu sarcástico humor tan característico de ti y esa doble lectura, un abrazo y fue un placer encontrarte Carmen

 

Jajajaja... Un abrazo, Ángel... La experiencia es un grado, o eso decían en la mili.

 

Muchas gracias por tu comentario, Carmen. Un abrazo