A UNA NARIZ

Yo se que abarco la tenue altura
Cavilando entre le vaivén terrestre
La simplicidad…
El respirar.
Llega inerte… placida doliente
Entre la calleja hermética
De sus pasos leves.
Apercibo su color de infanta
La huella que consumió a mis ojos.
A su lumbre brilla, su color carmín
Inspiración absuelta, reducto circundado.
Al verla de pueriles sonrisas
La respira mi alma;
En su redonda hermosura.
¡Ah! Reniega el por que fuera:
Soy el pincel que impregna en alameda
Rosales que rosan; al pasar su nariz.
Yo solo abarco la huella
Del rostro con su apéndice
Del plato en la fontana,
Su coqueto mirar.

 

Me gustó. La nariz una parte de la faz que da personalidad

 

Extremada belleza de una composición maravillosa.
Preciosidad divina de magnífico arte espléndido.

 

A una pequeña nariz, y a todo lo que respira.
gracias .