A Madrid ( ha sido un momentito sólo de bajada )

Te echo de menos, de alguna manera
mi simiente, mi cuna
la palanca con la que mover
un mundo imperfecto
de terciopelo y espinas
de viajes astrales y de infiernos
capaces de despertar el edén
de mil noches más una

Seres con todas las caras del mundo
en una sola apariencia
mirada de gata cuando quiere que la quieran
surcando un cielo apagado
que luce como luciérnagas escondidas
en la hierba oscura de una noche sin estrellas

Mundo opaco que me impulsa
aunque no quiera
a comprender el abono
que da vida a la cosecha

 

Me has puesto la carne de gallina al hablarme de La Casa de Campo (cuántos días de juegos allí, con el bocata de tortilla, en el Pinar de las Siete Hermanas...) Pues sí, voy a coger el funicular, a ver hasta dónde me sube... Gracias, Antonio, gracias...

 

Hermosas palabras, mi mimosa amiga

 

Y un gusto para mi que las leas... Un beso, cami.