A la señorita H

Cuando me siento una campana llevada por el río,
un murciélago perdido en el crepúsculo,
un suicida sin un revólver,
es que te encuentro, no tan lejos, de mi casa.
Las lágrimas retornan a ese breve camino del rímel,
y el estómago huye de hacer el nudo de soga.
Me haces olvidar lo frustrante
que es no poder escribir. Llenas mi corazón de miel.
No importa ya si el mundo se jode, o yo me jodo,
si es que estás conmigo.
Eres esa almohada nube,
ese pozo lleno de agua fresca. Una dulce caja de amor.
Es imposible enojarme contigo,
aún te vistas, a veces, de rojo y uses lencería de aros.
Aun seas exótica con el aceite de las almendras.
Me gustas igual, me gustarás siempre.
Consuelas lo inconsolable. Tu voz es tu sabor
y mi alma se vale por tan sólo ello.
Eres ya parte de mi vida, como los niños a las naranjas.
Satélite. Vacas mu mu.
Los campos bendecidos
por el semen de Dios,
donde has corrido, como una campesina
sin terror, con el viento en la pañoleta y el vientre de leche.
Nunca envejecerás para mí,
nunca habrá una canción triste.
La noche encuentra un por qué a tu lado
e ir a la cama un cómo.

 

Me sorprendió la vitalidad que destilan tus versos, la facilidad con que mezclas registros y recursos y el distinto ritmo que empleas en la distribución de tropos. Todas esas sorpresas amenizan la lectura, imposible de anticipar o de predecir. Enhorabuena.

 

Gracias por pasar luis, se valora,
y anima para seguir escribiendo.

Un fuerte abrazo y suerte

 

Creo que la poesía debe ser sorprendente ante todo. Desde la puertecita que es su título. Sacudirnos con el lenguaje aquello previsible y hacer de la evocación una fluencia de vibraciones. Tu poema rompe con lo esperable y hace que empuje el amor y la belleza desde su costado irracional y hasta insólito. Posee un gran mérito: cautiva.


Me permitiré solucionar pequeñas fallas de tipeo, mejorar su organización y agrandar la letra para lograr mayor visibilidad. Espero ello no te moleste, de todos modos... siempre podés reeditar según tu criterio. Gracias.


Un abrazo desde Buenos Aires y estrellas con H y sin H.

 

No te preocupes, Ciela, al contrario, gracias por pasar y por tal gesto.

Abrazos desde la ciudad de Lima.

 

Café, no quiero darme hoy un atracón de ti (ya sabes que la sobredosis nunca es recomendable...) Pero ya me tienes incondicional a tu poesía mezcla de olor a campo, verde hierba, tiernas tortas... y el hedor pestilente, no exento de la belleza que tu sabes encontrar, de lo más oscuro de las ciudades... Hasta pronto, caballero poeta.

 

Hasta pronto susi underground, y gracias por tus comentarios, se valora bastante.

Abrazos.