40,2º

Le subió a mi hija la fiebre
pero no le duele nada,
simplemente está cansada,
no despierta del pesebre.

Ya no quiere que me quiebre
al querer ser alcanzada,
su belleza está apagada,
no es esa pieza de orfebre.

A ver si se pone buena,
con esos ojos brillantes,
porque siento mucha pena.

Quiero que bailes y cantes,
acabar con esta escena
con sonrisas abundantes.

 

Espero que haya mejorado. Muy lindo poema.
Abrazo fraternal.

 

Gracias Ángel e Iguazú. Si, ya está buena... Con sus dos años es normal que está a menudo malilla... A esa edad su cuerpecito tiene que generar las defensas.
Así que una mañana salió el sonetillo.