Tan añorada

Verborragia carnosa,

pesimismo febril,

cataratas de sangre,
se comportan, impredecibles,
queriendo separarse de sus caídas,

cae la tristeza del cielo,
entre anhelos de firmamento herido,

impacta contra la cordura del viento,

y en sus suelos,
el tiempo descuartizado,

clamando por vida,
anhelando un dolor nuevo,

fluye, ahora,

la sangre por donde había claridad,

visceralidad abundante,

se sumergen falencias impías,

de a poco los cuerpos
de seres hundidos,
con alma,
con culpa,

se vuelven abono para engendros,
que caminan sin cielo ni suelo,

buscando por siempre,

el inicio de una eternidad tan añorada.

 

El poema describe un mundo donde la violencia, la culpa y la desesperanza dominan la existencia. Las imágenes de sangre, cuerpos y tiempo descuartizado reflejan un universo en el que la tristeza y la destrucción se entrelazan con la búsqueda de sentido. Los seres, cargados de alma y culpa, se transforman en sustento para engendros que vagan sin cielo ni suelo, simbolizando la perpetua búsqueda de una eternidad deseada pero inalcanzable. La obra concluye mostrando cómo el sufrimiento y la pérdida se convierten en materia de la vida misma, un ciclo inexorable donde incluso la esperanza parece nutrirse de la desesperación.


Saludos Cordiales