XXV

Ser una servilleta usada

La parábola de una disculpa

El naufragio de un jamás corrosivo

Las plegarias de un pabellón de quemados

Todo menos la cosa que soy

Inaceptable cortometraje

No es amable la turbulencia

Reciclando el lugar donde estoy.


Defraudado al interior y exterior

Vaivén irregular

No me convence un gramo

Sigue soplando, sinfonía indiferente

Quizá lo consigas de nuevo

Sé quién eres y retrocedo

Pornografía para errantes.


Placebos idénticos al cáncer

Rehilete dócil, quiere gritar

La coherencia una escuela extraviada

¿Qué mueca adeudo?

¿Cuánto cuesta la cirugía?

Tengo el don para adivinar

No saber, no entender, no empatía

Dardo al margen, cae en diana.


Cuesta abajo, pendiente sobre ruedas

Luego arriba, cohete casero

Sumisión

Porque podría cambiar todo.

 

Operación triunfo, amigo. Un concurso televisado, para aprendices de cantores, que siguen el camino de Frank Sinatra. Ése es el final feliz. Muchos son los llamados, y pocos, los elegidos. Luego, el Karaoke. Sirve para cantar a solas. Pero el caso es afinar la voz, y abrir el oído, para emocionarnos con la música. Es terapia cuántica, también accesible, mediante la pintura. Y finalmente, llegamos al dibujo, que es la panacea. Pero ésta es mi humilde opinión.

 

También lo he pensado y cada vez estoy más de acuerdo. Valoro tu opinión, amigo.