Vital razón

Entre lluvias constantes,
nace una inmensa penuria,

calamidad de los cielos inalcanzables,
se rige con la furia de los últimos días,

gobierna aún en su trono,

la dama que es muerte,
la muerte que es vida,

idolatrada por seres aún más poderosos,

no hay ser que la omita,
ni dios que la olvide,

toda eternidad cae rendida a sus pies,

toda infinitud pierde sentido,
cuando ella toca toda estructura,

no hay límite que la encierre,

toda ley tiende a temer
bajo sus rígidos márgenes,

ahora ella baja hacia estos mares,
buscando curar
todos aquellos males que ella permite,

presenciaremos el último milagro,

a manos de ella,

moriremos,

moriremos al saber su verdad,

moriremos de honestidad.

 

Este poema refleja la dualidad y el poder trascendental de la muerte, que es, a la vez, la creadora y la destructora, lo que ofrece una visión compleja y profunda sobre su papel en el ciclo de la existencia. La conclusión de este poema podría interpretarse como una reflexión sobre cómo la muerte, lejos de ser solo un final, también es una reveladora fuerza de transformación. A través de su presencia, los seres alcanzan una verdad absoluta, una honestidad que solo puede surgir cuando se enfrenta la realidad de lo inevitable.

Conclusión:
La muerte, en este poema, no es solo un fin, sino una fuerza que revela las verdades más profundas y esenciales de la existencia. Es a través de su toque ineludible que la vida alcanza una honestidad brutal, aquella que surge cuando ya no hay nada que ocultar ni que temer. En este sentido, morir no es solo dejar de existir, sino renacer en una comprensión total y liberadora de la verdad.


Saludos Cordiales