Un chacal

Las flores que decoran tu pelo de mujer
me traen los recuerdos del cielo de mi infancia,
mi pueblo de Granada que siento en la distancia,
y un zagal pelirrojo que quería crecer.

Un patio soleado, mi abuela paseando
y mi madre cosiendo las camisas sin cuello,
en el campo mi padre trabajando a resuello,
con mulos y el arado, terrones reventando.

En la escuela el maestro con la regla pegaba,
Rafael se llamaba mi canalla docente,
su docencia violenta resultaba indecente,

jamás me maltrató, con otros se cebaba.
En la España de Franco se veía normal,
que a chiquillos de siete les pegase un chacal.

 

Muy buena estampa de su niñez. Excelente soneto. Un gusto leerlo.

 

Muchas gracias, compañera.
Un fuerte abrazo, y disfrute todo lo que pueda.
Paco

 

Sentidos alejandrinos recordando tu niñez ¿feliz? Y ¿tienes idea de por qué a ti no te pegaba?

abrazo
J.

 

Quizás no me pegaba porque le caí en gracia, imagino.