Tu territorio

Cuando fijo los ojos en tu territorio,
siento que mi alma se arremolina
en busca de su pertenencia.

Pobre existencia que se deja caer
por el filo de la montaña,
excava los manantiales y extrae
el corazón mineralizado de la
cavidad de mi pecho.

Porque yo te quiero ahí,
encerrado en mis entrañas,
corriendo por mis venas,
pero no puedo retener lo que amo,
es efímero, es vesania.

Arrastro mi pena por abanicos fluviales,
caigo como una corriente de derrubios
contra la tierra correspondiente a mis huesos.

Sacerdotisa de los barrancos y los desagües.
Este movimiento sísmico me va a sepultar
entre territorios y reinos reconquistados.
Siendo reina de la nada rindo obediencia
al orden supremo de las constelaciones.

 

Me alegro mucho de que te hayan llegado mis versos.
Un abrazo muy grande.