TU sueño

Veo la noche
por la ventana inclinada.
Y tu a mi lado, al sueño,
entregada.
Y te vence.
Y siento tu temblor,
al caer al precipicio
de los sueños.


Mi mano fría,
sobre tu piel quieta,
se templa.
Pulso de tu respirar.
Tranquilo.
No te muevas.
No despiertes.
Sólo el vaivén de tu aliento.


Y me vencerá también a mí.
Quedando el deseo, incierto,
de recorrer contigo,
la tierra, el aire,
o la orilla del río.
Con sol entre las hojas,
de la alameda y sus sombras,
que le bailan a las brisas.


Y yo bajo la tuya,
donde siempre estuve.

 

He disfrutado de este poema, en el que solo se dejan entrever requicios de bellas luces.

Un placer seguirte

Alfonso Espinosa

 

Querido Alfonso: Tengo un deuda contigo de gratitud que intentaré saldar. Un fortísimo abrazo.

 

Hola Salvador, hace muchas lunas que no nos cruzamos, demasiadas diría yo, me da gusto saber cómo tus letras dan giros enormes y encontrarme con aquellas que salen desde el fondo, no hay mejor delicadeza que la se forma desde esta entrega tan pura, me pondré al día, grato encontrarme en tus letras, saludos cordiales y muchos kikos

 

Dos cuerpos profundamentes dormidos, que son al mismo tiempo dos amorosos
corazones, entrelazados por un mismo sentimiento... recorriendo ese mundo mara-
villoso de los sueños... Lo que habla de un amor sin comparación.

Hermosa poesía, y sutileza en sus delicadas imágenes. Felicitaciones mi amigo, lo saluda:

El Gitano​

 

Pues sí, estimada Marian, habrá que frecuentar más ese cruce de caminos, con todo el gusto. Muchísimas gracias por reflotar este tema, al que efectivamente, tengo cariño. Celebro mucho que lo veas con esa pureza, sin duda tu mirada amable pone mucho y le da valor.
Con mucho afecto, un saludo muy cordial que lleva también mi admiración.
Salvador.

 

Muchas gracias, querido compañero y maestro por tu compañía valiosa y constante en mis letras. Muchos somos los que te debemos nuestra admiración por esa amabilidad en tu presencia que, como he dicho, da valor a todos y a todo.
Con un abrazo fraterno y mi admiración de siempre.
Salvador.

 

Elegancia a raudales en este comentario que llega de su mano y que honra mis letras. Querido amigo, quedo muy agradecido por su presencia, su lectura y su valiosa compañía en estos versos nocturnos. Celebro mucho que hayan sido de su agrado.
Con todo mi afecto, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Es un bello poema de amor. Estar a la sobra del otro y querer permanecer allí, cobijado. Es una hermosa sensación.
Un abrazo.

 

Tu poema es hermoso, algo así como compartir un sueño de amor. Es muy delicada la imagen, y el clima que crean tus versos.
Fue un placer pasar a leerte, saludos cordiales

 

Una verdadera maravilla disfrutar tus buenas letras amigo Salvados, enhorabuena. Saludos, que tengas buenos días.

 

Un escrito sutil, delicado, con detalles elegantes, muy lindo leerlo y gracias por compartir.

 

Muy agradecido, amiga Eratalia, por pasar por estas letras con tu mirada amable y dejar este hermoso comentario en ellas. Una compañía muy valiosa sin duda.
Con todo afecto, un abrazo fraterno.
Salva.

 

Celebro, estimada Cecy, que estas letras hayan sido de tu agrado. Muchas gracias por la visita y el comentario amable.
Con todos los afectos, un saludo muy cordial, nuevamente agradecido.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, tibuZen, por este acercarte a mis letras dejando huella tan generosa y amable.
Con todo afecto, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Con toda gratitud recibo este comentario amable a mis letras, muestra de su generosa mirada.
Un saludo muy afectuoso, estimada Natalia.
Salvador.

 

Muchas gracias, por este nuevo acercarte a mis letras, querido compañero y maestro. Valiosa compañía es siempre la tuya.
Afectuosamente, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Vengo a responder y me encuentro el sitio vacío. Bueno aprovecho para enviarte un abrazo.

 

Vengo a contestar
y me encuentro
deje la silla vacía
lo borre, no sé por qué
y te deje una sonrisa.

Buen provecho
y aprovecho
esto es lo que decía.

El saber reposado ligero
del saberse estarse quieto
dejare por fin la terapia
del quehacer tan acertado
de parar de darle vueltas
a las vueltas de las copas
tan doradas y galanas
que tanto me mareaban.
Decidme pues trovador,
para cuando le toca hoy
y me paran las balanzas. ​

Fue escribirlo sobre negro
y empezó a moverse todo.
Para enviarte un abrazo
siempre encuentro el sitio
estabas mas guapo quietecito
y yo aquí sólito, mejor callado
despacito sonriendo .

 

Muy hermoso poema, mirar a la amada dormida es algo bello, tú lo escribes de forma maravillosa en estos preciosos versos amigo Salvador. Un abrazo. Paco.

 

Pues sea usted bienvenido de nuevo, querido Fulgencio, y sepa que lo será siempre.
Le mando mi gratitud y un abrazo.
Salvador.

 

Muchas gracias, querido Paco, celebro que hayan sido de tu agrado estas letras. Un comentario, sin duda, amable y generoso es este que me dejas, amigo mío.
Con todos los afectos, un abrazo fuerte.
Salvador.