Tierra densa.

Recuerdas como de niño
pintabas riachuelos en las horas tardías,
antes de que te llovieran los escorpiones
y te atropellara el santo oficio?, yo no te recuerdo.
Recuerdas como esculpías
rostros ciegos en los halos de polvo
que surcaban las rendijas
por donde sorbías tierra densa? Yo no te recuerdo.
Los he escuchado a todos decir lo mismo,
o sea nada.
Tarde ventisca,
qué oídos afilados te comen ahora? ,
qué tiempo te escudriña allá donde levitas?
Nebulante, yo sé que no has muerto,
que andas con gafas radioactivas
convertido en salamandra
alimentándote de indigentes
y mujeres que adoran a sus hijos
sin jamás haber deseado estar embarazadas.
Cada tres te veo en mi labial,
cada tres te siento limpiando las ventanas,
cada tres te reconozco en el reflejo de la tele,
antes de prender la tele.
No podrás volver nunca, no querrás volver nunca,
no volverás nunca, pensaba tu final,
los dos juntitos en la esquina de la habitación,
con los zapatos devorados,
comiendo arroz con leche,
tu bebiendo silencios, y yo
acariciando escorpiones,
ahora que jamás recordaré tu niñez,
no sé cómo llenar
el vacío que dejó tu juventud,
ni tu muerte,
que me dará la vejez.

Recuerdas como de niño…
Yo no te recuerdo…
Pero te extraño.
​

 

Valerie, un gran poema nos traes,
unos versos sublimes salidos de tus entrañas.
Abrazos compañera poetisa, ha sido un placer leerte.

 

Felicidad con las cosas que le hagan feliz, saludos.

 

Nunca se como responder estas observaciones, no sé, no sé como hacerlo, nunca sé, no sé como hacerlo.