Soneto Nocturno

El instante a la noche la embelesa:
arroba el corazón y los sentidos;
tus ojos cierras, mientras me deslizo
besándote la piel dulce e inquieta.

Voy sintiendo que mucho se asemeja
el gozo del edén a estar contigo:
tocándote con versos el oído
y en tu boca bebiendo primaveras.

Sonriente languideces en mis brazos
cubierta de relente y plenilunio:
se ajustan bellamente los espacios:

sentimos de pasión bello diluvio
que nos hace caer en un naufragio
con el cielo, empapándonos los labios.​

 

Como siempre no defraudas con tu estilo tan romántico y sensual. Bello poema, Ayax. Saludos cordiales.

 

Hola, Yolanda: Gracias por tu grata visita a este soneto. Siempre me es muy agradable leer tus comentarios. Abrazos,

 

Te agradezco, Apolo, tu visita a este soneto, así como tu amable comentario. Saludos, poeta.