Sin sueÑo

Sin sueño, sin dolor, sin noche ardiente,
sin mar y sin estrellas, me despierto
y vuelvo a ser el descarnado muerto
nacido de una tumba transparente.

Tan solo yo, cadáver maloliente,
podré admirar las nieves del desierto.
Y antes que acuda el huracán incierto
me sumiré en su lecho decadente.

Jamás tendré, jamás, manos de escarcha,
ni el jazmín o el sabor de los juglares.
Jamás seré, jamás yo, jamás hombre.

Desayunando amargos los pesares
saldré a vivir. Mañana ya se marcha
y ni siquiera encuentro quién me asombre.

 

Bellísimo!!
Excelentes figuras que engalanan tus tristes versos!!
Un placer leerte!
Chiqui.-

 

excelente soneto de un sonetista consumado como he podido comprobar en mis lecturas, salga usté a vivir mester de juglaría que ya huele a jazmín.

 

Auuuh...y te sigo...y tu intensidad me sobrecoge...inmenso!!!!
Te abrazo con mucho cariño...