Sin estampillas.

Paula y María se hicieron profundamente amigas durante el bachillerato. Paula hablaba siempre de amor, María de política. Vaya temas.
Paula y María eran las dos alumnas más marginadas del colegio. Por locas, por cultas; por inusuales.
Una mañana decidieron faltar a clases. Fueron a un restaurant amable, lleno de gente “popular”. Luego de ordenar su pedido le dijeron un humilde “gracias” al mozo.
Comieron hasta llenarse la barriga. Luego, fueron al baño.
Y antes de irse recogieron el mantel blanco, ahora azul; cubierto de insultos. Lo doblaron en cincuenta y cinco diminutas partes, lo metieron en sus bolsillos. Y salieron cantando, claro, sonriendo ante tan diminuta gente.

 

que tontos jeje me gusto tu poema asi es maria y paula sonrian y k los demas pregunten porque? jeje estrellitas