¡Siempre!

Ya el sol se ocultaba
en el ocaso de mi existencia
mi pelo negro
se plateaba a la luz de la luna
la soledad me absorbía
y llegaste tú
juventud y alegría
¡a matar mi tristeza...
a devolverme la vida!


¡Oh visitante impregnada
de ilusiones claras
deja anclar mi existencia
en el puerto de tu bahía
déjame hastiar con la sal de tus aguas
deja que a tu lado... ¡sanen mis heridas!


No abandones el galopar de tus besos
¡sin ellos yo me muero!
ni el anfibio movimiento de tu cuerpo
sin él ¡no hay deseo!
deja volar tus fantasías
en el mundo liberal de mis sueños
sé la luz celeste
que ahuyente mi miedo...
llévame en tus entrañas
toda la vida
¡ay amor asi yo
ya esté muerto!



Tato Ospina

 

lindo escrito, te dejó estrellas y un abrazo

 

Hermoso, precioso, conmovedor, magnífico, estupendo.