Reactividad intensiva

La masificación de ideas participa del conocimiento innato, y se corresponde con el virtuosismo de las actividades y el pensamiento.

El sentimentalismo, como ideal más recurrente, basado en la entrega, rompe con la sed espiritual de la razón.

La persecución de la perfección, o lo que es lo mismo, la percepción del equilibrio amoral, supone la inhabilitación de la satisfacción humana.

Comoquiera que las manifestaciones de irrupción en la concepción tanto material como inmaterial, condicionan la esencia del intelecto, el orden de las emociones se presenta como arbitrario al sentido común.

Esto es, la conexión en la actividad espiritual constituye la versatilidad de la capacidad cognitiva, enfocándola indiferentemente hacia el énfasis divino, o hacia la pulcritud amorosa, dependientemente siempre del uso de herramientas racionales, zozobrantes entre la fe y la razón.

De ahí exclusivamente proviene el equilibrio místico permanente, tanto filosófico como representativo de la unión sensitiva.

 

Interesante, aunque creo que a veces perder la cordura en pro del sentimentalismo es idílico, y mas, en un mundo donde todo esta corrompido por la doble moral.
Saludos.

 

En ello juega un papel fundamental el concepto amoral.

 

Completamente de acuerdo contigo.
Un saludo

 

Escribes como lo haría un muchacho que intenta aparentar que es muy inteligente.
Te mueve el Ego o complejo de superioridad, a ser protagonista.
Es decir que te consideras el mejor, en muchos ámbitos de la vida, de las artes, del deporte, de la filosofía, de la ciencia...


Eso parece estar de acuerdo con la idea de auto-estima.


Por ejemplo: Un paquete de tabaco, vendido por 6.000 euros.
¿ Por qué ? Porque lo he tocado yo, que soy el protagonista.
Todo lo que toco, lo convierto en oro. Lo encarezco.


Fíjate. Sí que soy genial.


¿ Verdad ?
Pero claro, el que va a comprar ese paquete de tabaco, se sentirá estafado.
No lo va a querer.
Lo rechazará.
Y yo me voy a sentir muy solo...

 

No me tienes tan calado como crees.
De hecho, no sabes nada sobre mi escritura.
La escritura es un ejercicio íntimo, que puede gustar o no, pero si no lo comprendes, te lo puedo explicar de otra manera:
Me da exactamente igual la opinión sobre mis textos, porque sé que solo me sirven a mí.
Esto es, nadie aprenderá una mierda de ellos, pero a mi me llenan de júbilo y satisfacción.
¿Puede usted decir lo mismo?

 

Ricardo, ¿ Te sientes ofendido ?
Pobrecito. Anda, toma un Óscar al mejor actor.
Está relleno de chocolate.





¿ Qué te van a traer los Reyes ?
¿ Una calculadora Texas Instruments ? Y así, podrás calcular la trayectoria de muchas parábolas.
Yo me conformo con un castillo en Baviera.
La verdad es que soy muy humilde, y por ello, se engrandece mi espacio.

 

Ofendido? Mira, a mí solo pueden llegar a ofenderme las personas que me quieren. Y tú para mí, de un tiempo a esta parte -cosa tuya, por supuesto- significas menos que un sonido de pedo haciendo fuerza con el sobaco.
¿Cómo podría eso ofenderme?
Anda, ve con Dios, no pienso volver a dirigirte la palabra.

 

¡ Buena respuesta ! Vas a enmudecer, porque no tienes voz ni voto. Eres personaje, y no persona.

 

Todo lo dicho más parece surrealismo que existencialismo o filosófico.

 

Oro parece, plata no es.