Preatendedor

Ring, ring,
espere,
cánsese, olvide.
Consúmase, desanímese.
Tómese el pulso,
baile una balalaica
mientras las líneas lentamente se desocupan.

Si aún sigue ahí,
marque uno para hablar con la operadora,
tres para fax,
dos para reclamos de buen tono.
Cuatro para saber que caballo ganará en la séptima,
seis para tirarse al río.
Cinco si le mordió una culebra ciega.
Ocho para escuchar esto en inglés,
pero al revés.

Koyakusi
Kusirimachi
Abalorichá
Turu-turu
Turirí.
Ring, ring,
Hola.
Quiero que me atienda alguien.
No una imitación barata de Mozart
en teclado de Taiwán.

Hola.
Ring, ring,
Pulse siete para saber como está el tiempo en Lima.
Once, si ya está limado de tanta espera.

Si,
baby please, el pulso no me regalan.
“Reinaaaaa de amoooores,
¿acaso me has olvidaaao?”

En el locutorio todos miran,
alguno ríe.

Si.
Ya sé que mi llamada es muy importante para ustedes.
Lo disimulan bien,
espero me sepan disculpar,
voy a colgar.
Ring, ring,
ganaron.
Que ya me olvidé para que hablaba.


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De vez en cuando hay que reír, pero tampoco mucho, no vaya a creerse algún idiota que estamos satisfechos. Me encanta tu faceta cómica. No me asombra, siempre la relacione con el talento. Un abrazo, Pejilgueras.

 

Buenisimo, antes de saber que eras argentino, lo supuse por tu seudónimo, lei varios poemas y busque tu perfil, sos muy joven para escribir en homenaje a los tangueros, me sorprendio y este poema no puede ser de otra manera porque es textualmente lo que ocurre, realmente te felicito, me has hecho sonreir

 

El humor es algo aparte.
Yo brego por no perderlo, por aquello de
soldado que huye...

Uno huye a través del huor para volver con más fuerzas...

Pero bueno, bueno...
Llame más tarde que ahora no puedo atenderlo.
Tu-tu-tu-tu
Luis

 

Pues amigo el poema tiene una cara cómica, pero es sólo su superficie, hay una verdad que duele en estos versos.

 

El buen humor siempre soslayará el maquineismo

 

Es la fomra de decir las cosas para que no golpeen.
El que quiere decir algo lo dice.
El que quiere entender entenderá.

Ahora me voy, porque viene a reemplazarme un androide...
Chau.

Luis