Perversiones

Tantos frutos exquisitos:
Marías, Danielas, Lauras, Salomés…
¡Ah, voluptuosidades prohibidas!
Penumbras y leyes y vaciedades…
Morales que se desvanecen como el humo de la vida.

¡Cómo arden mis ojos al sentir la sombra de la belleza!
Y me lleno y me lleno, pero soy un abismo sin fondo.
¡He ahí la muerte! Hela ahí con sus ojos torvos
Y su sapiencia infinita. Hela ahí con su negrura
Espectral y sus terribles y endiabladas ventiscas.

Y mientras me pierdo entre las piernas de lo incierto,
Percibo su tenue olor a flores marchitas.
Mejor me vendo los ojos y observo el mundo
A través de mis labios y de mis manos y de mis secretos…
¿Qué es este gran amor que siento, este amor viciado, este amor

[perverso?​

Es una gracia bella, grísea, glauca y alba…
¡Ah, veneno traslúcido que empalas la razón!
Soy un infante envejecido, envejecido
Por las iras y las injurias de Dios.
Pero tantos placeres y tan poca vida,

Pero tantas felicidades para tan corta vida.
Y se sienta el hombre cuasi muerto en su sillón,
Cual acomodando su osamenta en la fosa oscura;
Y se enciende un cigarrillo y bebe su licor,
(¡Soledad, declive, melancolías, ausencias, humo de espanto!),

Y se pierde… se pierde en su noche eterna,
En su desventura, en su desatino, en su descontento,
En su silencio, en su cinismo, en su terror…
¡Cómo cae el telón al final de la vida!...
¿Escuchan los últimos latidos de mi corazón?

Triste melodía de notas manchadas, menores… menores… ¡ay

[amor mío!​

Tantas felicidades fantasmas, tantos frutos ya podridos.
¡Ay, templo de la decadencia! De mentiras y muerte, de inciertos y dolor…
¡Ay, perversiones! ¡Ay, suplicios del alma!
Marías, Danielas, Lauras, Salomés…








l. e. torres

 

¡Ah cuántos besos bebidos y embriagantes! ¡cuántas caricias recorrieron los senderos de la piel! la copa de champagne en ¡salud! se desbordo hacia adentro, ¡salud!...¡salud!... hasta que la nostalgia de aquella entrega se recuerda frente a la botella vacia... pero...¡ah que delicia! ...y el mismo tiempo se mira a traves de la ventana, fumando otro cigarrillo, pues la noche llega con el sueño del recuerdo...
¡plap..plap..plap! bellísimo poema colega...un abrazo respetuoso...¡plap! ¡plap! ¡plap!

 

muchas gracias, maramin, q bueno que te gusto!