Mara

Me preguntaste si te quería,
y yo te respondí que no,
es lo que querías oir,
es lo que quería decir.

Y mi corazón me llama cobarde,
y no puedo consolarle.

Te quiero como nunca he querido,
te amo como nunca amé.
Te he perdido.

Y solo me queda anhelarte,
y amarte.

Pero sin razón ni perdón.

Maldita sea mi cobardía.

 

Ahí, está el punto mi querido Tarugus, el verdadero amor, cuando tiranizanos
vuelve débiles. y si no tenemos experiencia; peor... sucumbimos. La otra parte
al darse cuenta de nuestra debilidad, toma posesión y dominio y nos manipula.
La pregunta es: hasta dónde podemos ceder ? No hay otra... lo que le queda a
uno es rescatar la dignidad... que es lo más valioso que tiene quien se quiere un
poco así mismo.. Aquí tiene mi respuesta. Un gusto haberlo leído, lo saluda un
amigo:

El Gitano.​

 

El amor es para valientes si no toca sufrir, me ha gustado tu poema amigo Tarugus. Un abrazo. Paco.