Mar...muero

Mar, muero



Mar... siento que muero,
se extingue mi energía,
me siento prisionera.
¡Si fuese ave mensajera!

Mar, regálame tu fuerza
para seguir viviendo,
para seguir perdonando
al que me ofenda.

Mar... Dios me dio alma de rosa
el mundo la volvió de roca
y es tanto lo que pesa
que el pecho me sofoca.

Mar, regrésame la calma,
que al regresar al mundo
de espuma sea mi alma
y tu fuerza sea mi escudo.

 

Amiga rosalinda, es la primera poesía que te leo, y créme cuando te digo que me ha encantado. Yo tamibén soy un enamorado del mar, vivo en una ciudad de interiror, pero cada vez que puedo voy a el, buscando la calma y la tranquilidad. Te dejo estrellas para tus letras. Un beso amiga

 

Viniendo de ti el comentario es un honor, mil gracias

 

Hermoso, parece una oración.
Estrellas y un beso
Rosario

 

Hola, el mar, el mar,
como contener su intensidad
es inmenso, he querido detenerlo
con mi falda alguna vez.
Grato leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Bellas coplillas, Rosalinda. El mar como potencia regeneradora.
Besos mediterráneos.

 

tienen características vitales los buenos versos de tu poema...

mis saludos australes

Ramiro

 

Hermosa súplica. El mar es tan inmenso y tiene tanta fuerza que es innegable verlo o verla como un dios a quien le podamos suplicar por darnos unas migajas de su poderio y fortaleza. Me sentí plenamente identificada con tus letras hacia el mar. Un gran placer, abrazos y besos.

 

Sr. poeta Ramiro, como agradecer sus palabras , nunca le olvidaré .