Lluvia.

Llueve

llueve tras los cristales rotos

llueve sobre las esquirlas de los vidrios esparcidas por la calle oscura, silenciosa

mendigos que sangran sus pies al pasar.

Llueve, llueve

sobre parejas de adolescentes enamorados que aún creen en el romanticismo, en el amor para toda la vida.

Llueve, llueve

sobre jóvenes que ya no esperan nada, que no saben que son ni las ilusiones ni la moral porque nunca las han tenido.

Se sienten olvidados, despreciados por la sociedad.

Llueve, llueve

tras los tejados de uralita

tras los tejados de pizarra

tras los tejados de hormigón

tras los tejados de adobe

Llueve, llueve

sobre personas satisfechas de si mismas

sobre personas que nunca dejan de dudar

sobre gente soñadora

sobre gente sin ambiciones

sobre gente altruista

sobre gente egoísta

Llueve, llueve

sobre asesinos

sobre los recuerdos de gente ejecutada

sobre gente que ha nacido ya con las injusticias de la sociedad que hemos creado

sobre gente que lucha contra estos estigmas,

que lucha contra el racismo.

Llueve, llueve

sobre gente que navega con rumbo en sus yates

sobre gente que va a la deriva en pequeñas lanchas abarrotadas.

La lluvia, siempre la misma lluvia.

 

Igual llueve para todos, a veces, si no hay sequía. Profundo poema que hace un a síntesis de lo que es el ser humano. Un gusto leerte.