Llovía.

Llovía, llovía fuerte cuando te fuiste
no sé como no te inundaste
cuando tu reflejo
se deslizaba despacio...
bajo la sombra
de unos ojos cansados
de pedir auxilio.


Después de todo el daño que hiciste
cuando ya no estabas...
cuando tu recuerdo se fue perdiendo
entre la marea...
cuando aun, en cada palabra
seguías estando.


Tengo una insaciable tormenta en la cabeza
y el verdadero problema
es que no te tengo a ti
ni a las noches en las que estabas aquí.


Cuando rehuíamos al sol que nos desvelaba
y la madrugada nos regalaba
su penúltimo aliento de vida.
Pues ya sabes que el último
siempre se marchaba contigo..


Cuando nos dábamos la vida
después de quitárnosla
sin ropa, con ganas...
mientras las sabanas nos consumían
entre las llamas de un recuerdo.

 

Compañero, llueve y hasta tormenta se forma en nuestro interior, por aquella cruel ausencia...bellas y sentidas letras, saludos

 

Antonio no se si la amada te abandonó...o se fue al cielo, pero el poema es bellísimo todo el.
Bienvenido. Pili

 

wow! belleza de poema, se me erizó la piel.

muy triste también.

un gusto leerte

 

Buen poema compañero. No se olvida la lluvia ni las noches al lado de una persona tan amada, y se hace presentes los detalles que ignoramos en aquel dulce momento.

Un placer leerle.

Saludos.

 

Un poema entre odio y amor
entre la dulzura y la agonía..
incertidumbre de tus letras brotan
y no se en que vasija van...

pero me encanto leerlo mi querido amigo
sin mas le dejo un beso rosa a tan buen poema..
saludos