Llanto celestial

Cuando la tarde cae implacable,
como un rayo de luminosidad,
tronando cantares de despedida,
bañando de naranjas el horizonte,

solo las aves ven el sol,

se elevan contra vientos de rechazo,
símbolo de incorregibles marginados,
luchando contra fuerzas universales,
con el tesón de quien se sabe privilegiado,
con sus simples alas aterciopeladas,
se afianzan sobre metas inexpugnables,
cuando solo las aves ven el sol,

el cielo es un pacífico santuario,
exposición sensorial para los sentidos,
que quisieran poder volar tan alto,
mientras tumbados quedan sobre la tierra,
encerrados en cárceles de obligaciones,
solo las aves tienen tiempo de volar,
recitando melodías en tus oídos,
silencian con sus voces el llanto,
volátil antídoto de alegrías,
que escapa a través de cielos encapotados,
esperando que eleves tu mente al encuentro,
por que en la tierra todo esta apolillado,

​

cuando solo las aves rodean al sol,

el cielo se engalana de apocalipsis,
pues el astro va agotando sus energías,
nos están enjaulando por desaires y rencillas,
marcando el final de nuestros días,
quien no se compromete a renacer desaparece,
toda una especie a un paso de la extinción,
mientras solo las aves ven el sol.

 

Mirar las aves volar mucho tiempo desde nuestras jaulas,
puede ser tan deprimente como hermoso...

Muy bueno el poema!

Saludos!

 

Gracias por pasar Ro.Bass, prefiero quedarme con lo hermoso y que otros también lo aprecien.

Un abrazo.