La vida

Esencia fugaz que deja

sabor a dicha y amargura,

transitar loco del hormiguero humano,

ley pendular, en el ir y venir

de ondas sonoras, noctívagas,

ondas silenciosas, acuáticas,

sucedidas unas tras otras.


Ulular de los vientos cotidianos,

que pasan fugitivos,

todo en bulliciosa sinfonía,

con repicar de campanas,

y estridencia de pitos,

motores y autos.


Pensamientos en cadena,

e ilusiones por montón,

y por doquier,

puñados de sueños fallidos.


Pero tú, cabalgadura indómita,

continúas galopando,

lanzando coses y patadas al aire,

por el camino empinado de la vida.


Crees poder llegar al horizonte lejano,

habiendo tomado la senda sin final,

laberinto de encrucijadas,

donde acabará tu existencia,

en hondo sentimiento de nostalgia.

 

Hermosa reflexión poema sobre este sendero y sus pares de opuestos, luces y sombras...Felicitaciones por este estupendo trabajo!! Un abrazo, amigo poeta.

 

Gracias Miguel, por tu visita y halagador comentario me llena de motivación. Un abrazo.