La Puerta

Toco y toco y me responde el silencio.
Veo por debajo de la puerta y logro reconocer
a la bonanza, la felicidad y la salud
y están brindando por obviarme.

Y busco en mi arsenal de llaves
alguna que talvez me deje entrar .
Pero noto que en mi llavero
sólo tengo la llave de la inseguridad.

Acudo al cerrajero y me dice que no hay más opción
que poner por fuerza todo mi odio
y forzar la puerta hasta que ceda.

Me lanzo a estrellarme al exclusivo portón
que sólo permite entrar al único acreedor.
Mas es todo en vano.
Recordé que la resistencia de la puerta de mis anhelos se forjó.

La misma puerta que se cierra cuando mis ojos se inundan
de egoísmo, lascivia y soledad.
Y ahí espero. Sin ninguna recepción varado en la espera de su apertura,
mas nunca aparece una pizca de serenidad.

Pero al fin comprendo que abrir el gran portal
no es tu deber y mucho menos tu interés.
La llave soy yo y el cerrojo es mi accionar,
sólo debo ensamblarla y la puerta se abrirá.

 

Gracias por leerme Maramin, es un gusto que pases por aqui.