La fragua

Lavan nerviosos los ríos,
rocas que mojan sus aguas;
remojan los zumos míos
los carbones de tu fragua.

(Parece que cortan más,
tus besos, que mis guadañas)

Y suenan gemidos dulces,
de noche y de madrugada;
son los aires de mi boca
que a tu figura se agarran.

(Y azuzan con dulce aliento
los calores de tus nalgas)

Hundo mis pies en la tierra,
dejando mi huella marcada;
quisiera grabar la tuya,
en esta tierra mojada.

(Y luego sacar los moldes
y fundirlos en tu fragua)

Pero el tiempo no perdona,
toca desplegar las alas;
yo me quedaré en suspenso,
tú, alimentando tu flama.

(Y serán otros los fuelles
que te resoplen la llama)

 

no se si sea una tarea fácil, pero la describes con total exactitud, abrazos

 

No, no es sencillo, no... ni creo que nadie llegue a acertar. Abrazos.

 

Mira lo que es este mar, no Manuel? En tanta vastedad a veces uno se pierde semejantes letras, pero tiene la suerte de descubrirlas tarde o temprano, este es un hermoso poema, pudiera rescatar muchas partes pero me quedo con todo, el alfar donde la mella resurge al golpear al tiempo, es cierto todos vamos dejando esculturas a travez del tiempo, de amor, dolor, olvido y otras tantas vivencia, el calor del alma alimenta la fragua, un gran abrazo estimado!

 

Este portal es muy grande y con algunos poetas buenos, es complicado leerlos a todos. Muchas gracias por acercarte a mi rincón. Un abrazo, compañero.

 

Genial querido amigo,
admirable poema pleno de música y verdad.
para todos pasa el tiempo
y la llama que antes quemaba
ya solo da una luz muy tenue.
Para ella parece que el tiempo pasa más despacio,
un abrazo, te dejo reputación.

 

Gracias Maramin por tu visita y comentario. Un abrazo.

 

Gracias Eladio por tu visita a mi rincón y reconocimiento. Un abrazo.