Idealización cíclica

El feroz devaneo del iceberg oscuro,
caía como un surco de secano,
sobre las fauces nuevas de la esponja,
mientras en mi esternón de terciopelo,
la semilla y el fruto deliraban
como dos dioses, tiempos separados,
por la voz, la frecuencia más sublime,
entre la que quedaste sepultada a mi oído.

Mi memoria no grita.
Mis ojos son su ejemplo.

Y así, como una forma desmedida,
te turbó la verdad
-Como sacar tu idioma de mi boca,
así voló tu sol sobre la noche.-,
hasta tomar el pulso en la vena más fría
-Las promesas, los sueños, también las ilusiones, gestadas en tu imagen,
se sacaron la lengua,
y luego la cosieron al revés. -,
cerca del infinito y las estatuas.

 

cuanta revolucion de silencio....es casi tan cruel y vertiginoso como como el eco.
un placer leerte poeta.
saludos.

 

Excelente creacion surrealista.
Saludos poeta.

 

Gracias a todos por estar ahí.
Abrazos y felicidad.

 

Me quedo con estos versos estimado poeta, siempre es un placer leerle,
abrazos de colores,

 

Sabía que eran esos versos tus preferidos. Eso es la base del poema, querida amiga.
Abrazos y felicidad.

 

Luz, sabes de sobra que siempre es un honor tenerte entre mis letras.
Tus comentarios siempre son tan profundos como realistas y adecuados al texto.
Abrazos y felicidad.

 

Mil gracias, Nudo y Daniel, me alegran mucho vuestro paso y vuestro comentario.
Abrazos y felicidad.