Graznidos

Hoy desperté para ir a mi trabajo. De forma inusual, los pericos de mi madre entonaban melodías de las que no me había fijado lo bellas que eran. Entonces, fui al patio. Probablemente, el frío agudizo mis sentidos, provocando que mis oídos apreciaran el arte de estos pájaros por unos minutos. Debo aceptar que hace unos momentos me dieron ganas de escucharte, porque uno muchas veces tiene la posibilidad de contemplar lo bello que tiene la naturaleza, como el canto de los pájaros, la bella voz de una mujer, pero deja de hacerlo; o porque una urraca grazno fuertemente en el pasado a tu tímpano o porque una suave voz termino de descarrilar los huesecillos tan sensibles a las ondas sonoras... espero volver a escucharte algún día, o de lo contrario, llenare mi casa de pajarracos.

 

Encantado de visitarlo

Saludos