Exodo

Procesión de lunaciones,

sobre la cálida tierra

del chaguar con sus picadas

irregulares y estrechas.


De pocas flores sonríe

un rostro adusto de hierba:

maraña incivilizada

con espinosas fronteras.


Rubor de duras gramillas,

de la hojarasca revuelta

y de cenizas estuosas

sobre el piso de la aldea.


En las chozas cupulares

hilada la luz se interna

y se insinúan los cántaros

de algarroba y agua fresca.


El sol enciende primores

de fibras pardas y negras,

trenzadas a la costumbre

de las usanzas más viejas.

-Rudimentos testimonios-,

también la escasez se trenza,

cuando se agota y se vuelve

hostil la naturaleza.


Con su fatal movimiento

la red del hambre lo pesca.

Se marcha el wichí, incendiado,

de espaldas de la humareda.


Le sonríe una lejana,

prometedora ribera.

Giran el monte y el río

y el Wichí con sus estrellas.

 

Muchas gracias Maramín. Me alegra que te haya gustado!!!

 

me gusta tu forma de describir este tema, tu pluma aquí, ha sido sobre todo muy elegante,he disfrutado a pesar de los cambios de la naturaleza que en este caso de la aldea con sus enseres y el contorno que la rodea carezcan de vida mucho ,por tu manera de escribir
felicidades,marga....sólida, directa,y fina es tu manera de exponer esta idea tuya,

 

Muchas gracias por la generosidad de tus palabras. Me alegra mucho que te haya gustado este sencillo y breve Romance sobre nuestros hermanos originarios. Un saludo muy cordial. Julio