Esposa mía

Mira mis ojos esposa mía,

porque yo en rellano,

a veces no los miro,

se de tu ir y venir durante el día,

de las muchas mamadera que batiste.


Mira mis ojos tú,

porque yo los tengo en la memoria,

ya no es falta de amor,

está en mi pecho lo que te falta en mis ojos.


Al sentir lo berrinches de los niños,

ya no te hacen falta ni halagos ni protestas,

porque tu cansancio no existe,

y el amor te sobra,

y yo ya no tengo palabras ,

para amarte,

tengo mi corazón y es todo tuyo.




JUAN CARLOS VILLANUEVA​

 

Bello amor como ahora no existe, pues desaparece al compartir la vida cotidiana. Un placer leerte. Un saludo cordial.

 

gracias amigo por leerme un saludo grande poeta

 

Muy humilde. Este poema está de rodillas, bajo la lluvia. Un poco entristecido. Porque está esperando a que le abran la puerta de la casa. Creo que a veces, la esposa maneja los hilos de los títeres. De las marionetas. De los muñecos. De los juguetes. Pero, claro, el respeto es una fuerza que es Totem. Es Totem, y separa al Temor, del Amor. Y entonces, ya, no hay tanto dominio, por parte de la mujer. Debe respetar a su pueblo.