Emociones quimicas.

Confirmar el azúcar perseguida
en la esencia de mil flores no brotadas
y volver a comenzar detrás del pacto soterrado
por el peso de naciones sin malicia;
no hay que olvidar los recuerdos perdidos
perseguidos por la nota estridente
que regresan por los mantos cuando falsean
en azulejos prorrogados de vendimia:
es la insulina que recorre ya mis venas
inyectada con agujas de colores tan alegres
que son tan sombrías como el humo de dos cigarros.

Un buen trago entre tanta mierda
que me sofoca rebasando mis talones.

Sin Prozac ya no aguanto la miseria
de mil pastillas de fantásticos olores
que mis sueños se quebrantan suavemente
en estúpida malicia y ultimátum
de un mugroso sueño sin visiones ni caricias.

Prefiero perder mis pies por ataques angustiados
a seguir soportando la belleza de delicadas manos
hurgando y fisgoneando la poca fortaleza que me queda... aún.

Es una clara violación de mi conciencia adormecida
cuando me penetran angustiosas situaciones no entendidas
y brotan flores por mis abiertos poros
fuera del marco legal de mi voz callada.

¿Por qué tengo que postergarme a una sola realidad?
si me prohíben los sueños a cambio de salud
¿Qué me queda aparte de la nada que siempre tuve?​

 

Para leer y releer
hasta agotar los significados
de una manera fértil
isócrona
telúrica y bien de barrio

Qué buen poema Pantematico

 

Duelen profundamente estos versos, Pantemático. Su poesía estremece. Un gusto leerlo. Un abrazo. Luciana.

 

Todo un placer leerte poeta.
saludos.