El titiritero

Con magia, con su voz y con su mano
le ha dado un corazón a esta madera,
que pino ya reseco solo era
y ahora ríe y llora como humano.

El hombre ya lo siente tan cercano
que en las noches le cuenta su quimera
al muñeco, que mira cual si oyera
los cuentos solitarios del anciano.

Este niño de un árbol ha salido,
su corazón de paño remendado
se siente en su destino complacido,

pues tiene lo que nunca haya soñado:
el amor de su padre que lo ha ungido
como hijo inseparable de su lado.

 

Tierno soneto con el que no puedo evitar recordar el cuento de Pinocho. Un gusto leerlo.

 

Gracias por dejar tu parecer y si, es cierto esta escrito sobre la base de la historia de Pinocho y también de las diversas formas
que tiene el hombre para paliar su su soledad.
Cuando era chico ,un tío mío tenía un teatro de títeres que lo ayudaba junto con otras tareas a llevar adelante su vida y la de la familia, el fabricaba sus títeres con papel maché y sus cabezas con calabazas pequeñas y secas, que aquí en Argentina lo usamos para el mate. Era fascinante ver como tomaban forma y color sus caras y poniéndole, barbas y cabellos, era todo muy mágico.

 

Bellísimo soneto estimado Gustavo, para estos grandes artistas , muchas veces injustamente considerados menores, cuando se produce un texto complejo con múltiples planos, como en el teatro. Saludos

 

Muy bueno tu soneto, como siempre.

Saludos Gustavo.

 

Muy bueno el soneto, Gustavo. Leí tu comentario sobre la soledad y tu tío, y fue lo primero que pensé al leer el poema: que estaba dedicado a la soledad, y a aquellas personas que hablan con muñecos a falta de personas que les hagan compañía. Me acordé de Tom Hanks en la película "Náufrago", cuando hablaba con aquel muñeco que hizo poniéndole de cabeza un balón de fútbol. Un saludo cordial, Gustavo.

 

Es muy cierta tu apreciación, la comparto plenamente. te agradezco tu generoso comentario.
Un abrazo

 

muy agradecido por valioso comentario, es un gusto tenerte leyendo mis versos.
Un abrazo, compañero

 

Gracias amigo Maroc, con cuanta gentileza, escribes tus comentarios.
Un fuerte abrazo

 

Gracias José. Es muy emotivo el vínculo que se genera entre el hombre y ese balón, ni hablar cuando se le escapa. Un cordial abrazo.