El Rapto.

Si tan solo las reglas que someten
la estadía incomprensible que nos baña;
materia y tiempo que reprimen nuestras ansias
de elevarnos mas allá de un océano de miedo y desvaríos,
el verdadero milagro ocurriría
en el medio de silencios y alaridos



Si tan solo pudiese invitarte -raptarte-
a transitar un breve instante aquí dentro,
en lo profundo de mi pecho descubierto
y así fueses un testigo en carne viva
del dolor que tu continua ausencia va calando,
me amarías sin lugar;
me amarías sin voces extranjeras;
me amarías mas allá de luces y tinieblas.



La devoción sería mútua hasta mas allá de las estrellas,
y estos límites serían nada, insignificancias sin belleza;
seríamos uno solo, inseparable pura esencia.



Pero el segundo milagro no sucede,
los relojes susurrando,
estertores de tristeza supurando,
melancolía que genera poesía de silencios,
soledad eterna que se yergue
y esperanza de un perenne descanso venidero,
sentir nada en un segundo y salir del tenue infierno…
Esgrimirte como arte
que los magnetos trascendentes
deben ser un dueto inconfundible... incorruptible
mas si no es así
tienes vía libre para partir alegremente;
el amor no te detiene...
te acompaña y te ilumina vehemente
siempre.

 

Muy profundo poema.
Saludos

 

¡Que calidad de versos, querido amigo! Un placer leer semejante poema, recibe un abrazo intenso Lili.

 

Luminosas letras inspiradas de una obra maravillosa, divina creación.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Ojalá nuestros deseos se hicieran realidad al toque de un dedo. Un placer leerte. Saludos cordiales.