El loco

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Estaba loco,
completamente loco.

De currículum exmonaguillo
y exbarman de puticlub.
Un divorcio, una vieja amiga,
aquel mareado Supertramp en París;
el amor de un chucho-rotweiller cojo,
media cirrosis
y veinte arrugas de más.

Decía que todos hemos vendido
y matado a Jesús por lo menos una vez
en nuestra vida,
que él habría quitado la custodia
de su hijo a Dios
porque los padres no putean así a sus hijos,

que tácticamente fue un error
bajarle de esa forma a la Tierra,
pues las consecuencias fueron enormemente
más jodidas que si hubiera regalado
mil cabezas nucleares al puto César.

¡Vaya un loco!

¡Hasta llegó a decir que Dios ladraba a los hombres!
y que los ángeles de hoy son antisistema, ciber-ninis
y drogadictos en potencia; que graffitean
las puertas de los baños del cielo con penes,
vaginas y haikus infames...
(y les sangran las alas al reunirse
en la entrada de los mataderos municipales)

Contaba que el infierno está lleno
de ministerios, banderas y excusas,
y aun con sus humos contaminantes y abandonados jardines,
es la mejor universidad pública del universo
(y el demonio, un triste funcionario
con úlcera de estómago y eyaculación precoz)

Lógicamente recibió su castigo:

Pues a falta de hoguera,
una noche, cuando volvía a su casa
desde esa obra a la entrada del pueblo,
andando y por su arcén correspondiente,

le atropelló un conductor borracho,
a bordo de aquel viejo BMW
con los faros sucios y una luz rota.

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No parece muy loco, pero si solitario. Interesante propuesta

 

¡Qué cuerdos están algunos locos!
Enhorabuena, compañero. Muy buenos versos.
Abrazo.

 

Gracias, Minona. Saludos, compañera.

 

No tan loco en realidad, pero bueno... . Gracias, Maramín. Un abrazo.

 

Y sobre todo qué locos están muchos "cuerdos" . Muchas gracias, Andreas, me alegra que te haya gustado este ya viejo poema.
Un abrazo amigo.

 

Me había perdido de este, carajo, está de poca madre. Para mí que este loco era de los que tienen una lucidez excepcional después de haber vivido años de locura en la normalidad aburguesada. Al loco de mi pueblo nadie lo entiende, pero es porque habla en un idioma desconocido, apenas articulado. Lo llamamos Pancho Cobijas, pues tiene todos los nombres y ninguno cuando le preguntas cuál es su nombre. Se supone que es inofensivo, aunque me consta que algunos padres utilizan el peculiar estilo de la moda de nuestro personaje para asustar a los niños latosos o que no quieren comer: Te va a llevar el Pancho Cobijas si no te acabas eso. Pobrecito cuate, le han endilgado la tediosa tarea de ser el coco o el hombre del saco ahora que ya nadie cree en fantasmas. Empero, es un loco manso e inofensivo, mientras no caiga en sus manos una caja de cerillos o un mechero. Una vez lo descubrí en la soledad del monte prendiendo fuego a unos matorrales: la escena era digna de Moisés ante la zarza ardiente. Le pedí que me entregara la fuente de su poder a cambio de unas manzanas. Cuídate de que no te atrapen haciendo esto, Pancho, le dije. Y él me respondió largo y tendido, pero solo le entendí la sonrisa. Tiempo después lo acusaron de haber incendiado el suntuoso árbol de navidad que año tras año colocan en la plaza del pueblo; el motivo: la madrugada de los hechos lo encontraron en las proximidades de la escena del crimen, donde los restos semicalcinados de María, José, un arcángel, dos borreguitos y un buey yacían a los pies de una enorme estructura fálica y humeante. Gracias a Dios, faltaban algunos días para Nochebuena, y el niño Jesús se encontraba a buen resguardo en su caja de cartón Made In China, y no en su gracioso pesebre de paja. No pudieron fincar responsabilidades al sr. Cobijas pues al momento de cachearlo fue negativa la portación de los artefactos comúnmente asociados a actos de piromanía. En fin, el caso quedó irresuelto, pero si pudieras leer mi sonrisa, carnalito Luis.

¡Shit, me extendí a lo bárbaro! Solo me resta agregar que cuando encuentro a algún hijo de vecina que se autoproclama loco (del tipo: k m inporta q m yamen loko, azi soi felys), suelo responder, muy educadamente: Tu diagnóstico parece incorrecto, ya que los locos no saben que están locos. Lo tuyo es un caso más la común e incurable imbecilidad.

Siempre es un viaje adentrarme en tus textos, como lo puedes notar. Gracias por tanto, y dale para adelante, mi buen amigo.

​

(Regresé para que conozcas al fabuloso Pancho Cobijas, retratado en mural por Doriang Grajales) ​

 

Me ha gustado mucho este poema, Luis, buen modelo realista. Un fuerte abrazo.

 

¡Qué buena la historia del Pancho Cobijas!, ¿cómo no has escrito aún un poema sobre él?
Yo tengo en la cabeza escribir uno sobre una "loca" de los gatos, ya sabes, una de esas viejas solitarias con decenas de gatos en sus casas... la verdad, me causan simpatía
Otro abrazo más de lunes, bro, y muchas gracias de nuevo por tus visitas y fantásticos comentarios.

 

Muchas gracias, Alejandro. Abrazos, compañero.

 

de loco nada Luis... lo que sí, ese tiene menos cv (curriculum) que yo, 3 funerales, un divorcio en puerta a la semana de casados, hijos que no no veo, 4 monjas atropelladas con el auto y fuga, juicios penales, noches de golpiza y borrachera, hipotecas de hasta los calzones, jhahaha joder. Pero coincido en todo con el loquillo ese... ahora: ¿qué hay del borracho que lo atropelló?

abrazos compa.

 

Jajaja, pues sí, aquí más de uno andamos bien surtidos (lo de las monjas es verídico? )
Y bueno, el borracho que lo atropelló, con las leyes que tenemos en España, le habrán regañado y quitado el el carnet de conducir doce mesecitos..

Abrazos, compa.

 

naaa... si te cuento la verdad, creeme que va ser peor... y bueno, sus leyes, no te preocupes que ahora cuando llega la Vox, allá en españa, van a poner orden... van a marchar rectitos, como dicen muchos

abrazos de nuevo, compañero.

 

Aquí los de vox están bastante jodíos pues son la extrema derecha que menos crece de Europa, aunque seguramente gobiernen junto al PP dentro de tres años... Más abrazos, Danie.

 

Ese tipo estaba tan loco que, si Dios realmente ladra, seguro él le respondía aullando. Entre exmonaguillo, exbarman y filósofo de bar, se las arregló para reescribir la teología a punta de cinismo… Lástima que al final no lo bajó un rayo divino, sino un BMW con mala puntería.
Buen escrito.
Un abrazo cordial.

 

Gracias por tu lectura, Extravagante. Otro abrazo cordial de vuelta, poeta.