El Colibri

Cubre tus ojos y oídos, para contemplar el árbol;
- no por su altura, sino por su raíz-.
Todos ven el arcoíris, sin embargo..
¿Dónde comienza?¿Donde tiene fin?..
Abandona los abrigos de engaño, y descansa sobre el tallo de una hoja
como hace el colibrí,
ligero vuela, ligero se posa,
imposible redimir, porque ya es libre,
no como la torpe boca, espíritu de roca,
que aterriza como un proyectil sobre la fragilidad,
juicio precoz, palabra estéril y pretenciosa.
No rehúye de la oscuridad, ni del silencio,
sino del pavor de sus pensamientos,
y su espíritu que solloza: libertad...