Diciembre triste

Mirarla y mirarla
Y mirarla tan lejos,
Pensando que está
Y la voz callada
Se pierde en la noche
Renuncia a mi cuerpo
Desata el concierto
Que ahoga mi alma.
Entonces le nombro
Y el viento ni habla
Perece en el tiempo
Su efigie adorada
Qué triste diciembre
Es cuatro entre llamas
Mis ojos no lloran
Mas hoy son quien braman
Rompiendo el silencio
De una lagrima amarga
Que cuenta la historia
De alguien que ama.
Dolor este inmenso
La muerte no calma
Me quiso y la quiero
Mas hoy no me ama.
La culpa fue mía
De ausentes palabras
Prefiero no verla
A verla y mirarla
Que harán sus cabellos
Ahora que faltan
Su risa tan tierna
Su piel deseada
La tuve tan cerca
Y ahora es lejana
Qué triste diciembre
De frio y nostalgia,
Los sueños se ahogan
La vida se acaba,
Tal vez sea de otro,
Y no haya esperanza
Tal vez solo un siglo
Me reste esperarla
Qué triste diciembre
Es cuatro entre llamas

 

Gracias Marisol, son muy gratas tus palabras en este preciso momento donde mi vida se deshace cuando un amor nos abandona. Nunca imaginé que la decepción fuese tan dolorosa . Solo en la poesía logro conseguir la calma que un día fue mía y ahora solo me da la espalda.
Gracias y abrazos
Roger García

 

nostálgica manera de expresar lo que quedó en el pasado, saludos

 

Qué bello poema, nostálgico, sentimental y lleno de belleza, de esa que se lee y se queda en los ojos, de verdad me ha gustado tu regalo de letras, felicidades y un saludo cordial.