Déjalo crecer

Sin duda causamos mas daño indirectamente del que infligimos de un modo consciente. Somos tan inconformistas que nunca nos encontramos satisfechos con nuestra realidad, nuestro trabajo o el de los demás.

La primera forma de menospreciar el trabajo de alguien es alabar el mismo trabajo por parte de otra persona. A veces los seres queridos actúan así, tratan de animar dando a entender que tu serías capaz de lo mismo o incluso mas, pero el receptor de este argumento lo entiende como un ataque. No es un ataque directo, ni mucho menos lanzado a propósito, pero así se siente y entiende.
Hay que tomarlo como una crítica constructiva, sabiendo tomar la parte exacta de cada cara de tal argumento. Es verdad que tu puedes hacerlo mejor, pero también es cierto que si tu no lo has hecho y otro si merece su reconocimiento.

Siempre tendemos a alabar aquello que no tenemos, sin prestar atención a lo que realmente ya poseemos. Entonces surge la cuestión, ¿no es esta otra de las formas de menosprecio?
Indirecto si, pero menosprecio.

Es necesario un ejercicio de aprecio hacia aquello y aquellos que nos rodean. No hablo de conformismo, no confundan mis palabras.
Quiero decir nada crece sin amor. Nada de lo que nos rodea crecerá si únicamente nos dedicamos a compararlo con algo o alguien que consideramos mejor. Solo insuflamos miedo. Miedo a ser peor bajo la visión de otra persona que ejerce de juez. Nada crece alimentado por el miedo.
Todos necesitamos amor y confianza para crecer del modo adecuado. Poniendo en juego toda nuestra energía.

No hay que comparar el futuro con un pasado que recuerdas mas idílico. Hay que apreciar lo que se tiene, amarlo y confiar en ello.

Entonces tu y todo lo que te rodea crecerá sin ningún tipo de barrera.